23 de enero de 2013

CÓMO NO ESCUCHAR LOS CONSEJOS DE TU MAMA?




Cómo no escuchar los consejos de  tu mama?, si te los grita todo el tiempo y lo mejor EN CUALQUIER LUGAR!! Quién no ha escuchado alguna vez un "fijate con quién te juntás" o "es@ chaval@ no es para vos", lo peor de todo es cuando volvés llorando porque el fulano o la fulana te dejó y de su boca sale el siempre tan esperado e hiriente "YO TE LO DIJE!" y sí, te lo dijo... Pero ¿quién quiere aceptarlo? Menos viniendo de tu mama!!

Cuando sos cipote "cuidado cuando cruzás la calle", "mirá para los dos lados", “sí mama! no voy a querer quedar aplastado contra un micro a los 7 años, no soy tan tonto”! ¿Quién no escuchó y obedeció a un "te quedás sentado hasta que te lo comés todo porque si no..."  si no te esperaba el chilillo colgado de la pared para dar castigos a los que no hacían caso.  

El típico que todos hemos oído: “no andés descalzo que te va a hacer daño!” o “bañándote de noche, vas a ver cuando tengas mi edad como me vas a entender.” O las inigualables e infaltables miradas matadoras, que sin decir una SOLA palabra entendés perfectamente lo que quiere decir,  que el 99% de las veces es: “peráte que lleguemos a la casa, rejodido”.

Querés salir y se hace la de a peso, desentendiéndose del tema con un "pedile permiso a tu papa" o "si tu papá te deja..." Madre Poncio Pilatus. ¿Que querés ir dónde?...  y ante un berrinche que le hagás blasfema con odiosos "mientras vivás en esta casa vas a hacer lo que yo diga" (y vivís en esa casa POR AÑOS!!...)
Existen sermones eternos como el del "yo a tu edad..." y tres horas contándote todo lo que ya sabés, es más, te lo ha dicho tanto que  ya estás absolutamente convencido de que estuviste ahí!
Consejo: a tu madre nunca le mintás, huele, respira, olfatea la mentira, es como esos perros de caza que van tras la presa. O se lo imagina (y para colmo, no le erra).

Al crecer te encontrás con otras frases, salís con tus amigos adolescentes y desde la puerta de tu casa te grita sin tapujos "ponete el cinturón!", "vayan despacio", "si toman no manejen"...Antes de eso, obviamente te dijo en tu casa, por suerte y gracia de todos los santos: "fijate que te destapen la gaseosa delante tuyo" "no tomes nada que te ofrezca un extraño" "pasále un trapito al vaso"...

Siempre lo hice, así y todo, un día fui a una fiesta, perdón, unos amigos fueron a una fiesta y le abrieron la botella delante de ellos, les sirvieron la bebida de los dioses (léase Vodka) en un vaso que ellos mismos habían agarrado y sin embargo esos chavalos recuerdan haber bajado las escaleras del caserón en donde estaban pero no se acuerdan de cómo llegaron a la casa de uno de ellos, menos recuerdan cómo entraron y cuándo se durmieron dejando las puertas del carro y de la casa abiertas de par en par... Repito, fue a un amigo que le pasó ;)

¿Qué varón no escuchó a su madre decirle "esta casa no es un hotel!!"?
Y quién no se quedó con el chico que tanto le gusta hasta las 9.30 de la mañana y llegó a su casa con un hambre feroz y abrió la puerta tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie y en cuanto agarró una taza para hacerse leche con café (me fascina), sale la mama de adentro de la alacena (literal) con un "¿que son éstas horas de llegar?" a lo que vos le respondés casi sin pensar, BAH! SIN PENSAR!! GRAVE ERROR, “es que me quedé desayunando con los chavalos! Babosooo!! ¿no te das cuenta de que tenés la taza en la mano? Y la bella respuesta: "qué te creés, que me chupo el dedo?" "Si cuando vos fuiste yo ya fui y vine"...

Quejas, quejas, pero QUÉ LINDO ES TENERLAS! Supongo que el día que tenga hijos me transformaré automáticamente en aquello que tanto critiqué! Profesan: "Cuando tengas hijos me vas a entender" La mejor amiga de mi mamá guarda en un cajón una nota mía y de su hijo en donde firmábamos que cuando tuviéramos hijos los íbamos a dejar ir a bailar a los doce años (bien precoces nosotros jajaja)... 
Y "que sea la primera y última vez" que te quejás de tu vieja! ya te va a llegar...

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