Y así inicia una de las etapas
más dolorosas de nuestra existencia. Sentir que el mundo se te acaba, sentirte
incompleto, sentirte vacío, tu rutina cambia repentinamente y sentís que ya
nada tiene sentido. Y es aquí, en donde,
por muy difícil que sea tenemos que abrir los ojos, darnos cuenta que amar no es suficiente… también hay que ser
amado.
7 de mayo de 2014
Amar no es suficiente… También hay que ser amado.
4 de mayo de 2014
No estás enamorado... Estás enamorado de la idea de estar enamorado...
Ahí estás de
nuevo, dándole nuevamente otra oportunidad a quien ya te ha herido infinidad de
veces…
Ahí estás de
nuevo, diciéndole “te amo” a una persona que acabas de conocer hace unos
cuantos días…
Ahí estás de
nuevo, saliendo con la persona de la cual tus amigos te advirtieron…
Ahí estás de
nuevo, pensando que estás enamorado. Pero la verdad es que no lo estás. No
estás enamorado. Simplemente querés a alguien que te diga cosas bonitas y te
haga sentir mejor. Simplemente querés a alguien que te cuide y se ocupe de vos,
porque vos mismo no podés hacerlo.
2 de mayo de 2014
Cómo se siente tener el corazón roto...
¿Cómo se siente tener el corazón roto? Ese ruido en auge dentro de tu cerebro. La niebla, la cual tratás de evitar y tratas de ver con claridad, pero no podés. El silencio que se oye en la noche, cuando tu mente se aprovecha de tu situación de vulnerabilidad y te atormenta con pensamientos y cuestionamientos.
Un corazón roto...
No es el tipo de tristeza que te hace llorar todo el tiempo. No es el tipo de tristeza que sentís al final de Titanic. Es el tipo de tristeza que consume tu cuerpo, dejándolo incapaz de funcionar o de tener un pensamiento sólido. Te hace sentir cansado, sin embargo no podés conciliar el sueño. Tu dolorosa tristeza te sigue hasta en tus sueños.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)